El enigma de Piri Reis
En los primeros años de siglo 18 se encontraron entre otros valiosos documentos históricos, en
el palacio Topkapi de Estambul, unos extraños mapas distorsionados, pero que citaban y a veces
describían lugares concretos. No pudieron ser bien interpretados entonces y quedaron más bien
como una reliquia del pasado, sin valor que ése precisamente el de ser reliquia. En los
documentos figuraba que aquellos mapas habían pertenecido a Piri Reis, un navegante turco del
siglo 16. De la colección se conserva casi en su totalidad en su país de origen, menos dos mapas
que pueden estudiarse en la biblioteca Nacional de Berlín, y en los que aparecen la cuenca del
mediterráneo y el mar Muerto.
El mismo Piri Reis anotó en los márgenes que para la confección de sus
cartas de navegación -que no otra cosa son los mapas- había utilizado
una compilación de ellos que ya exista con anterioridad y que se conocía
con el nombre de Bahriye, que significa justamente colección. El
Bahriye estaba compuesto por 210 mapas parciales con el título
genérico de Libro de los Mares. Los mapas encontrados en el palacio
Topkapi de Estambul llevaban-llevan- como fechas los años 1513 y
1528. El primero de ellos, el de 1513, comprende Bretaña, España,
Africa Occidental, Atlántico, parte del norte de América, Suramérica y
la costa de Antártida hasta una zona por debajo de Africa. Como está
rasgado hay que decir que se sospecha sólo (pero debió contenerlas en
realidad) que incluía también Europa, Asia y Australia. El fechado en
1528 abarca Groenlandia, Labrador, Terranova, parte de Canadá y la
costa oriental de Norteamérica, hasta Florida.
Ambos mapas confeccionados en cuero de gacela de 85 por 60 cm. Y en algún lugar Piri Reis
había añadido a su afirmación de haber utilizado el Bahriye, que ya hemos mencionado, que
preparó sus mapas utilizando también 20 viejos planos y ocho mapamundis confeccionados en la
época de Alejandro y en que en ellos aparecía la aparecía la totalidad del mundo habitado. Esta
anotación elevó la sorpresa de los investigadores a grados muchos más altos: ¿de modo que unos
mapas fechados en el siglo 16 nos trasladaban de golpe a muchos siglos atrás ?. Muchos han sido
los estudiosos de estos mapas y numerosos son todavía los que pretenden desentrañar toda la
sabiduría que encierran; pero puestos a citar los más significativos, los más lejos han llegado en
sus investigaciones, no debemos olvidar a Aarlington H. Mallery, Walters, Lineham, Charles H.
Hapgood y Richard W. Stracham. Entre todos, y abarcando todos los aspectos posibles, dieron
luz sobre estos misteriosos planos para que todos los humanos podamos maravillarnos con ellos
de uno de los enigmas más desconcertantes de los muchos que tenemos sin resolver. Porque la
conclusión razonada de la totalidad de sus estudios, para los que se han servido de todos los
medios de la técnica actual, es ni más ni menos que los mapas de Piri Reis han sido trazados
¡basándose en fotografías aéreas! tomadas a una extraordinaria altura desde una especie de
satélite de esos que cruzan ahora el cielo, pero en los que era incluso imposible pensar en los
primeros años de nuestro siglo.
¿Fotografía aérea hace más de cuatrocientos años, si los mapas son del siglo
16 ? ¿ Hace veintitrés siglos, si estaban ya confeccionados en la época de
Alejandro Magno ? ¿ Anteriores, quizás ?. Las distorsiones que aparecen en
los planos lo son sólo en una interpretación lineal, sobre una mesa, sobre una
superficie plana; pero ajustando los mapas al globo terrestre desaparecen las
incorrecciones y todo, mares, tierras, islas, queda en su lugar. Como si el
mapamundi hubiera sido realizado en nuestros días basándose en una sola
fotegrafía a gran altura. Y, según las noticias que nos da la historia , en el
siglo 16; y antes mucho menos, no existió la aerofotografía ni se conocían
todavía las tierras que los españoles estaban descubriendo y, por lo tanto, no
podían figurar lógicamente en los mapas.
Los descubrimientos realizados por Colón, Vespucio y Magallanes hasta 1513 (fecha del mapa
en que figuraba el continente americano) fueron sólo parciales y podrían haber reflejado
exclusivamente algunos puntos dispersos de la costa. En los mapas de Reis está inscripta la
totalidad de la costa y los deltas de los grande ríos, en los que tampoco entraron los
descubridores.Cortés llegó a la costa de Méjico en 1520 y Pizarro al Perú en 1531, y después de la
fecha que ostentan los mapas. No pudo, pues, basarse Piri Reis en sus viajes ni en sus referencias
para confeccionar sus mapas. Hemos de creer en las afirmaciones del navegante turco de que sus
conocimientos geográficos y cartográficos eran una recopilación de mapas anteriores, muy
anteriores, en el tiempo. Suposición que se ve reforzada por las numerosas citas de autores
antiguos, algunas de ellas ya mencionadas aquí, que insisten en que toda tierra era conocida hace
miles de años. Es decir, ¿ la tierra era conocida geográficamente hace cientos y seguramente miles
de años con mayor exactitud de lo que lo es hoy y este hecho es producto de unos conocimientos
y de una tecnología y de una tecnología que han desaparecido?.
He aquí una inquietante pregunta que, de momento, es imposible contestar...